Economicismo y hegemonía ‣ Bitácora de Ana Karen León)

Bitácora de la sesión del 1 de febrero de 2013. Texto estudiado: Chantal Mouffe, «Hegemonía e ideología en Gramsci» en Antonio Gramsci y la realidad colombiana, Bogotá, Foro Nacional, 1991, pp.167-227.
Versión de Ana Karen León Sánchez

La sesión comenzó con algunos cuestionamientos respecto a lo planteado en el texto “Hegemonía e ideología en Gramsci”: ¿Existe diferencia alguna entre el concepto anti-reduccionismo y no-reduccionismo?  A lo que se respondió negativamente [aunque debe precisarse que el no-reduccionismo refiere a la lectura que realiza Mouffe de la hegemonía como posible solución al problema economicista, mientras que el antirreduccionismo significa la postura general de oposición al economicismo]; ¿cómo es posible el surgimiento de un grupo antagónico, cuando se supone que el grupo hegemónico articuló a los otros grupos?, es decir, ¿la hegemonía nunca es total?; ¿cómo se desarrolló el problema del economicismo?; ¿a qué se refiere Gramsci con los intereses corporativos de clase? La respuesta de estas preguntas se argumentaron en la exposición, la cual se dividió en 3 ejes primordiales.

1. El problema del economicismo


El profesor comenzó la explicación del texto recordando la metáfora de la cámara oscura, en la cual Marx establece la relación entre las representaciones y la realidad de la vida, que él llama praxis. De esta manera, hay primero una vida real de los hombres: es su praxis. Después, hay un reflejo de esa vida en su imaginación: es la ideología. La ideología se convierte así en el procedimiento general mediante el cual el proceso de la vida real, la praxis, se falsifica por medio de la representación imaginaria que los hombres se hacen de ella; por ejemplo, la suposición de que Dios creó al hombre, cuando la realidad es que el hombre creó a Dios.

Por consiguiente se puede decir que las ideologías son un sistema de ideas —en un primer momento, ya que recordemos que no todas las ideas son  ideológicas. A partir de esto, se enfatizó el principio de Engels, no negociable de la época: Las ideas sufren una “determinación en última instancia” por los procesos económicos.

Mouffe distingue que la problemática economicista de la ideología se presenta en dos concepciones de la “superestructura”. La primera, es pensar a la superestructura como simple reflejo de las condiciones materiales (estructura), la segunda, corresponde a la naturaleza misma de la superestructura, a partir de la clase (relaciones de producción y modo de producción) que es la que determina. Cuando estos dos aspectos se combinan, el resultado es el reduccionismo (la reducción a la clase social que se presenta, es necesaria y suficiente para resolver el problema, desde la postura de los teóricos de una tradición marxista) y el epifenomenalismo (término que hace referencia a que la ideología se considera como un elemento superfluo, flotante, que está por encima; no tiene la importancia que debería, ya que para el economicismo clásico no tiene sentido la conciencia de las personas, dado que todo recae en las condiciones económicas ).

¿Qué sucede cuándo las teorías no concuerdan con la realidad? La teoría del colapso, se basa en una interpretación del pensamiento de Marx, que, desde la visión positivista debía producirse una confrontación empírica de sus tres leyes: el capitalismo presenta una tendencia a la sobreproducción, a la concentración de capital y a la proletarización; condiciones pertinentes para que explote la revolución.

La dificultad práctica se presentó con los movimientos socialistas de la época, preludio a la “revolución mundial”, en donde los obreros consiguieron reformas en favor de mayor salario y  reducción del tiempo laboral. La disyuntiva de esperar la revolución mundial o seguir con este reformismo se presentaba ante estos movimientos socialistas. La pregunta era: ¿por qué tenían resultado las reformas? La ecuación teórica se había desintegrado: en teoría se debían cambiar las condiciones materiales, no las ideas; lo que propició una lucha política.

Sin embargo, estos no eran todos los problemas de la realidad que ponían en aprietos a la teoría. La revolución se presenta, pero ésta surge en Rusia con el campesinado (no pertenecen al proletariado). La contradicción era evidente, ante el postulado que argumentaba que el capitalismo daría paso al socialismo cuando las condiciones del proletariado explotaran; claro, esto solo sucedería en los centros capitalistas más avanzados. ¿Cómo se puede explicar esta desviación realista?

Buscar otra teoría era la manera de redimir lo acontecido, aunque el maniqueísmo era evidente. La solución era un enfoque del socialismo como ideal ético, con tal suerte de que sea la conciencia y el espíritu los que dirijan a la sociedad voluntariamente al socialismo. La tercera opción es Antonio Gramsci.

2. ¿En qué consiste el concepto de Hegemonía?


Gramsci reconoce que no solo en el orden de las potencias mundiales se puede presentar el dominio. A partir de esto, el primer término de «Hegemonía» que presenta es la unión de obreros con campesinos (sistema de alianzas). Después, hace la distinción entre dos clases:
  • La clase dirigente es aquella que suscribe los interés de las otras clases, a los propios y de esta manera conduce a los grupos aliados.
  • La clase dominante es aquella que se impone y controla a los opuestos.

Los grupos antagónicos son la burguesía y el proletariado, sin embargo, hay otros grupos presentes como los campesinos y la aristocracia.

Gramsci analiza las fuerzas que existen en la sociedad (fuerza social, política y militar) para analizar la transición de la clase corporativa, que es aquella clase que solo defiende sus propios intereses, sin preocuparse por los intereses de otras clases a la clase hegemónica, en la cual ya hay una articulación de los intereses de otros grupos —en favor de sus propios intereses.

¿Cómo logra una clase conseguir la hegemonía y cómo es que lograron articular —subyacer— los intereses ajenos a los propios de tal manera que parezcan los mismos?

Hay dos posibilidades que maneja Mouffe con base en Gramsci.
  • La expansiva, que implica la extensión de la base social del Estado (proletariado).
  • La transformación, que es la neutralización de los otros grupos a través de la apropiación de sus intereses.

El profesor dio el ejemplo de los grupos feministas, que en la búsqueda del reconocimiento de sus derechos, el Estado se “apropia de sus intereses” y elabora reformas, lo que implica una neutralización.

La Hegemonía no es en todo el sentido de la palabra una imposición de intereses, pues para Gramsci la clase hegemónica busca escuchar y comprender los intereses de las otras clases.

El profesor hizo énfasis en que las creencias dominantes lo son debido a la clase dominante de una época. Entonces, la cuestión en juego es, qué le da unidad a una época y a su hegemonía.

3. Hegemonía en relación con las creencias


Si se considera a la ideología como universal, dado que permite que las personas interactúen con su medio y otras personas, por lo tanto la ideología organiza la acción. Sin olvidar el principio no negociable de “determinación en última instancia”, la problemática que se presenta es, en dónde está presente dicha determinación de clase, rechazando la ecuación teórica del marxismo tradicional: Ideología = Clase.

El Principio Hegemónico de Gramsci se define como el sistema de valores cuya realización depende del rol central jugado por la clase fundamental en el nivel de las relaciones de producción. Esto significa que los valores no son de todos, sino que responden en un principio  a la ideología dominante de la hegemonía.

Siempre hay una ideología dominante (la determinación de clase estará presente en la ideología dominante —esto es, que la determinación de clase no se presentará en las ideologías adheridas a la hegemonía—, que sólo podrá ser vislumbrada desde un análisis riguroso) debido a la clase dominante de la época. La clase dominante, se convierte en clase hegemónica cuando logra atraer a otras ideologías y amortiguar sus intereses con los de la clase hegemónica emergente.

El profesor aclaró que hay otros grupos que pueden convertirse en hegemónicos, por ello el grupo dirigente de la hegemonía presente, debe estar en constante negociación con los otros grupos y, asimismo, atraer lo popular para matizarlo y lograr una voluntad nacional-popular.

La estrategia de la confrontación hegemónica se basa en:
Desarticulación de los intereses, donde el  grupo que aspira a ser la clase hegemónica, logré convencer a los grupos adscritos a la hegemonía presente de que en realidad no están velando por sus intereses;
Articulación para sí mismo, se presentará ante los otras clases como un grupo que sí está preocupado por sus intereses.

La sesión concluyó con la propuesta de Gramsci, en el plano de la realización de la revolución en donde, teóricamente, se plantea que debe haber una autoconciencia de cuáles son los intereses corporativos del proletariado y, —algo verdaderamente innovador— la necesidad y búsqueda de consenso con otros grupos.

2 comentarios:

  1. Si se desintegra la ecuación de que las condiciones materiales son las que generan un cambio para dar como resultado una nueva ideología, ¿qué es lo que hace que una ideología cambie?

    ResponderEliminar
  2. La interpretación de Mouffe no implica la negación de la economía como «determinación en última instancia», sino que intenta dar una explicación «no-reduccionista» a partir de algunas categorías gramscianas. Esto es, busca superar las aporías a que conduce una lectura «reduccionista» de la ideología, la superestructura o la política como consecuencia simple y necesaria de un modo y relaciones de producción. El llamado principio hegemónico es el concepto que permitiría una formulación de la interacción entre condiciones económicas, creencias y prácticas. De esta manera, una ideología «cambiará» en función del modo en que sea articulada por el principio hegemónico.

    ResponderEliminar