Gramsci — El materialismo histórico y la filosofía de B. Croce 3 ‣ Resumen de Rebeca Vargas

Antonio Gramsci, El materialismo histórico y la filosofía de Benedetto Croce, Buenos Aires, Nueva Visión, 1971, Capítulo III.
Síntesis y resumen de Rebeca Vargas Martínez


Síntesis

En este tercer capítulo de El materialismo histórico y la Filosofía de Benedetto Croce, Antonio Gramsci muestra una crítica hacia el Ensayo popular de sociología de N. Bujarin. Gramsci comienza diciendo que Bujarin no partió desde el análisis crítico a la filosofía del sentido común, por lo cual, nos explica su definición de sentido común; el “folklore” de la filosofía. Habla después de cómo se ha dado la relación entre ciertos intelectuales y el sentido común, de que éste sentido común no es único en todas partes y en todo el tiempo. El estudio de este sentido común es el que lleva a la praxis. Uno de los principales temas aquí es el de la realidad del mundo externo y saber si existe un mundo independientemente de nuestro conocimiento. No hay que descartar  las ideas de la masa, sino cuestionarlas para saber por qué las tienen. Nos habla de la objetividad y la subjetividad. Y de que todo lo real es racional. Previene en contra de la introducción indiscriminada de una nomenclatura, hablando sobre los viejos conceptos y los nuevos conceptos.


Capítulo III
Notas críticas sobre la tentativa
de “Ensayo popular de sociología”


El ensayo popular es destinado a lectores no intelectuales, es la filosofía para los no filósofos. El sentido común no es una concepción única, idéntica en el tiempo y en el espacio: es el "folklore" de la filosofía, y, como el folklore, se presenta en formas innumerables; su rasgo fundamental y más característico es el de ser una concepción disgregada, incoherente, incongruente, conforme a la posición social y cultural de las multitudes.

El Ensayo popular se equivoca en esta elaboración de una filosofía original de las masas populares a las que se oponen los grandes sistemas de las filosofías tradicionales y la religión del alto clero, la concepción del mundo de los intelectuales y la alta cultura. En realidad, estos sistemas son ignorados por las masas y no tienen eficacia directa sobre su manera de pensar y de obrar. La relación entre sentido común y religión es mucho más íntima que entre el sentido común y los sistemas filosóficos de los intelectuales. Es en realidad una multiplicidad de religiones distintas y a menudo contradictorias.

En el Ensayo popular el sentido común sigue siendo tolemaico, antropomórfico, antropocéntrico, pero critica las filosofías sistemáticas en vez de emprender la crítica del sentido común.

El "sentido común" ha sido considerado de varias maneras: directamente, como base de la filosofía; o ha sido criticado desde el punto de vista de otra filosofía. En realidad, en todos los casos, el resultado fue la superación de un determinado sentido común para crear otro más adecuado a la concepción del mundo de la clase dirigente.

La actitud de Croce hacia el "sentido común" no parece clara. En Croce, la proposición de que cada hombre es un filósofo pesa mucho sobre el juicio en torno al sentido común.

El sentido común es un agregado caótico de concepciones dispares y en él se puede hallar lo que se quiera. Además, esta actitud de Croce hacia el sentido común no ha conducido a una concepción más concretamente historicista de la filosofía lo que, por otra parte, sólo puede ocurrir con la filosofía de la praxis.

Gentile escribe: “La filosofía se podría definir como un gran esfuerzo cumplido por el pensamiento reflexivo para conquistar la certeza crítica de las verdades del sentido común y de la conciencia ingenua, de aquellas verdades sobre las cuales puede decirse que cada hombre siente naturalmente y que constituyen la estructura sólida de la mentalidad de que se sirve para vivir.” “El hombre sano cree en Dios y en la libertad de su espíritu”.

El sentido común del hombre sano es, por ello, también un sentido común del hombre no sano. La filosofía de Gentile es totalmente contraria al sentido común. El sentido común es un concepto equívoco, contradictorio, multiforme, y que referirse al sentido común como prueba de verdad es un contrasentido.

 

Problemas Generales

 

Materialismo histórico y sociología


"Teoría de la filosofía de la praxis" debería significar sistematización lógica y coherente de los conceptos filosóficos que son generales es ésta. En el Ensayo popular tampoco está justificada coherentemente que la verdadera filosofía es el materialismo filosófico y que la filosofía de la praxis es una pura "sociología". Significa que si fuera verdadera, la teoría de la filosofía de la praxis sería el materialismo filosófico.

La filosofía de la praxis ha nacido por pura casualidad en forma de aforismos y de criterios prácticos, porque su fundador dedicó sus esfuerzos intelectuales, en forma sistemática, a otros problemas, especialmente económicos; pero en estos criterios prácticos y en estos aforismos se halla implícita toda una concepción del mundo, una filosofía.

La sociología se ha tornado una tendencia en sí, se ha convertido en la filosofía de los no filósofos, un intento de describir y clasificar esquemáticamente hechos históricos y políticos, según criterios construidos sobre el modelo de las ciencias naturales. La sociología es, entonces, un intento de recabar "experimentalmente" las leyes de evolución de la sociedad humana. En todo caso, cada sociología presupone una filosofía.

Los problemas del autor son problemas de orden inmediato político, ideológico, entendiendo ideología como la fase intermedia entre la filosofía y la práctica cotidiana. La filosofía de la praxis se realiza en el estudio concreto de la historia pasada y en la actual actividad de creación de nuestra historia. El Ensayo en el primer capítulo, niega que se pueda construir una sociología de la filosofía de la praxis, afirmando que la filosofía de la praxis vive sólo en los ensayos históricos particulares. En realidad, la conciencia humana sustituye la “espontaneidad” naturalista.

El conocimiento y el juicio de importancia de tales sentimientos no se produce ya de parte de los jefes por intuición apuntalada por la identificación de leyes estadísticas, o sea, por vía racional o intelectual, tan a menudo falaz —que el jefe traduce en ideas-fuerzas, en palabras Fuerzas—, sino que se realiza de parte el organismo colectivo por "coparticipación activa y consciente", por "copasionalidad", por experiencia de las particularidades inmediatas, por un sistema que se podría calificar de "filología viviente". Así se crea un lazo estrecho entre gran masa, partido, grupo dirigente, y todo el conjunto, bien articulado, puede moverse como un "hombre colectivo".

Las partes constitutivas de la filosofía de la praxis


Una concepción muy difundida es que la filosofía de la praxis es una pura filosofía, la ciencia de la dialéctica, y que las otras partes son la economía y la política, por lo que se dice que la doctrina está formada por tres partes, la filosofía clásica alemana, la economía clásica inglesa y la actividad y ciencia política francesas. La filosofía de la praxis no es específicamente una teoría de la historia.

Estructura y movimiento histórico


Este es, en definitiva, el punto crucial de todos los problemas en torno a la filosofía de la praxis, el de las relaciones entre la sociedad y la "naturaleza".
1 ) la humanidad se plantea siempre sólo los objetivos que puede resolver; el objetivo surge solamente allí donde las condiciones materiales de su realización existen ya o, por lo menos, se hallan en el proceso de su devenir;
2) una formación social no perece antes de que se hayan desarrollado todas las fuerzas productivas por las cuales es aún suficiente y moderna; condiciones más altas de producción ocupan su lugar sólo cuando las condiciones de existencia de estas últimas se han incubado en el seno mismo de la vieja sociedad.

Los intelectuales


Las menciones de los grandes intelectuales son fugaces. Una época histórica y una determinada sociedad son representadas, más bien, por la media de los intelectuales y, de ahí, por los mediocres; pero la ideología difusa, de masa, debe ser distinguida de las obras científicas, de las grandes síntesis filosóficas, que son, en definitiva, las verdaderas piedras angulares y que deben ser netamente superadas: negativamente, demostrando su carencia de fundamento, o positivamente, contraponiendo síntesis filosóficas de mayor importancia o significado.

Ciencia y sistema


Si una determinada doctrina no ha alcanzado aún esta fase "clásica" en su desarrollo, toda tentativa de "manualizarla" debe necesariamente fracasar. Ciencia quiere decir en absoluto "sistema", y por ello se construyen sistemas por doquier, que no tienen la coherencia interna necesaria del sistema, sino sólo la mecánica exterioridad.

La dialéctica


El Ensayo carece de todo estudio de la dialéctica. La dialéctica es presupuesta muy superficialmente, no expuesta. La ausencia de un estudio de la dialéctica puede tener dos orígenes: el primero puede provenir del hecho de que se supone que la filosofía de la praxis se halla dividida en dos elementos: una teoría de la historia y de la política entendida como sociología, que debe ser construida según los métodos de las ciencias naturales y una filosofía propiamente dicha, que sería el materialismo filosófico, o metafísico o mecánico.

Se sostiene que la filosofía de la praxis se halla siempre dividida en dos: la doctrina de la historia y de la política, y la filosofía, la cual, dice, es el materialismo dialéctico, no el viejo materialismo filosófico.

La función y el significado de la dialéctica pueden ser concebidos en toda su fundamentalidad sólo si la filosofía de la praxis es concebida como una filosofía integral y original que inicia una nueva fase en la historia y en el desarrollo mundial del conocimiento; en cuanto supera el idealismo y el materialismo tradicionales, expresiones de la vieja sociedad. Si la filosofía de la praxis sólo es pensada como subordinada a otra filosofía, no se puede concebir la nueva dialéctica, en la cual, justamente, dicha superación se efectúa y se expresa. El segundo origen parece ser de carácter psicológico.

La raíz de todos los errores en el Ensayo y de su autor consiste justamente en esta pretensión de dividir la filosofía de la praxis en dos partes: una "sociología" y una filosofía sistemática. Apartada de la teoría de la historia y de la política, la filosofía sólo puede ser metafísica; en tanto que la gran conquista de la historia del pensamiento moderno, representada por la filosofía de la praxis, es justamente la historización concreta de la filosofía y su identificación con la historia.

Sobre la metafísica


Hay que decir que el autor rehuye el concepto de metafísica. Concebir la filosofía
como historicidad, es una operación mental un poco ardua y difícil. El autor, cae en pleno dogmatismo y por ello en una forma, si bien ingenua, de metafísica. Construir una "sociología" sistemática de la filosofía de la praxis; sociología, en este caso, significa justamente metafísica ingenua.

No consigue elaborar el concepto de la filosofía de la praxis como metodología histórica y ésta como "filosofía", la única filosofía concreta. En el Ensayo popular la filosofía de la praxis no es autónoma y original, sino la "sociología" del materialismo metafísico. Metafísica significa para él sólo una determinada formulación filosófica, la especulativa del idealismo, y no ya toda formulación sistemática que se considere verdad extrahistórica, como un universal abstracto fuera del tiempo y del espacio. La filosofía del Ensayo popular puede ser llamada un aristotelismo positivista.

La filosofía implícita en el Ensayo popular es un idealismo al revés, en el sentido de que los conceptos y clasificaciones empíricos sustituyen a las categorías especulativas, siendo tan abstractos y anti históricos como estas últimas. Uno de los rasgos más visibles de la vieja metafísica en el Ensayo popular es el intento de reducir todo a una causa, la causa última, la causa final.

El concepto de “ciencia”


La metodología histórica ha sido "científicamente" concebida sólo si y en cuanto habilita abstractamente para "prever" el porvenir de la sociedad. Se prevé en la medida que se obra.

La previsión se revela, por consiguiente, no como un acto científico de conocimiento, sino como la expresión abstracta del esfuerzo que se hace, el modo práctico de crear una voluntad colectiva. Se conoce lo que ha sido o lo que es, no lo que será, que es un "no existente" y, por tanto, incognoscible por definición.

En el Ensayo popular el término ciencia es empleado con muchos significados, algunos explícitos y otros sobreentendidos o apenas indicados. El sentido explícito es el que tiene "ciencia" en las investigaciones físicas. Otras veces, parece indicar el método.

Una recriminación del Ensayo es el desconocimiento sistemático de la posibilidad de error de parte de cada uno de los autores citados. Esta recriminación se vincula a un criterio metodológico más general: no es muy "científico", o más simplemente, "muy serio", elegir a los adversarios entre los más mediocres y estúpidos. "Es preciso ser justos con los adversarios", en el sentido de que es necesario esforzarse por comprender lo que éstos han querido decir realmente, y no detenerse maliciosamente en los significados superficiales e inmediatos de sus expresiones.

La llamada “realidad del mundo externo”


El público popular no cree siquiera que pueda plantearse tal problema, el problema de si el mundo existe objetivamente. El público "cree" que el mundo externo es objetivamente real. Pero aquí nace el problema; ¿Cuál es el origen de esta "creencia"? ¿Qué valor crítico tiene "objetivamente"? Realmente esta creencia tiene origen religioso, aunque de ella participen los indiferentes desde el punto de vista religioso.

Si el "sentido común" se divierte, el filósofo de la praxis debe igualmente buscar una explicación del significado real que tiene la concepción y del porqué de su nacimiento y su difusión entre los intelectuales, y también de por qué hace reír al sentido común. Es cierto que la concepción subjetivista es propia de la filosofía moderna. Las ideologías son expresión de la estructura y se modifican al modificarse ésta.

Es evidente que la filosofía de la praxis, en este caso, sólo puede ser colocada en relación con el hegelianismo, que representa la forma más completa y genial de esta concepción.

Ardigo, "uno de los filósofos que sostienen que la catedral existe sólo porque la pensamos, y que cuando no la pensamos desaparece”. Es preciso demostrar que la concepción "subjetivista" y la metafísica ingenua del sentido común y del materialismo filosófico, por otra, sólo puede hallar su verificación y su interpretación historicista en la concepción de las superestructuras, mientras que en su forma especulativa no es sino una mera novela filosófica.

El hombre conoce objetivamente en cuanto el conocimiento es real para todo el género humano históricamente unificado en un sistema cultural unitario; este proceso adviene con la desaparición de las contradicciones internas que laceran a la sociedad humana, contradicciones que son la condición de la formación de los grupos y del nacimiento de las ideologías no universal-concretas y tornadas inmediatamente caducas debido al origen práctico de su sustancia.

Conocemos la realidad sólo en relación al hombre, y como el hombre es devenir histórico, también el conocimiento y la realidad son un devenir, también la objetividad es un devenir, etc.

La filosofía ha sida "historizada", esto es, ha comenzado a nacer un nuevo modo de filosofar, más concreto e histórico que el precedente.

Juicio sobre las filosofías pasadas


Juzgar todo el pasado filosófico es un error antihistórico, porque contiene la pretensión anacrónica de que en el pasado se debía pensar como hoy, sino que además es un auténtico residuo de metafísica, puesto que supone un pensamiento dogmático válido para todos los tiempos y todos los países, a través del cual se juzga todo el pasado. El antihistoricismo metódico no es sino metafísica. En el Ensayo se juzga el pasado como "irracional" y "monstruoso" y la historia de la filosofía se convierte en un tratado histórico de teratología, porque se parte de un punto de vista metafísico.

La inmanencia y la filosofía de la praxis


En la filosofía de la praxis se usan los términos "inmanencia" e "inmanente", pero que "evidentemente" este uso es sólo "metafórico". Todo el lenguaje es un continuo proceso de metáforas, y la historia de la semántica es un aspecto de la historia de la cultura, el lenguaje es al mismo tiempo una cosa viviente y un museo de fósiles de la vida y de la civilización. El término "inmanencia" tiene en la filosofía de la praxis un preciso significado que se esconde debajo de la metáfora, y esto es lo que había que definir y precisar. La filosofía de la praxis continúa a la filosofía de la inmanencia.

El lenguaje es siempre metafórico. Se puede decir que el lenguaje actual es metafórico respecto de los significados y del contenido ideológico que las palabras han tenido en los precedentes períodos de civilización.

Las palabras tradicionales continúan manteniendo el viejo significado a pesar de la renovación del contenido, y reaccionan ante ello. El lenguaje se transforma al transformarse toda la civilización, con el aflorar de nuevas clases a la cultura, por la hegemonía ejercida por una lengua nacional sobre otras.
Cuestiones de nomenclatura y de contenido

Una de las características de los intelectuales es la de vincularse, en la esfera ideológica, a una categoría intelectual precedente, a través de una misma nomenclatura de conceptos. Cada nuevo organismo histórico crea una nueva superestructura, cuyos representantes especializados y portaestandartes sólo pueden ser concebidos como "nuevos" intelectuales. No están ligados al nuevo grupo social que representa orgánicamente la nueva situación histórica.

Ninguna nueva situación histórica, aún la debida al cambio más radical, transforma completamente el lenguaje, por lo menos en su aspecto extemo, formal. El término "materialismo" es acogido con el contenido pasado y es rechazado, en cambio, el término inmanencia" porque en el pasado tenía un determinado contenido histórico cultural.

Se llamó materialismo a toda tendencia que excluyera la trascendencia del dominio del pensamiento. Materialismo es lo opuesto a espiritualismo. En los términos del sentido común, se llama materialismo a todo lo que tienda a hallar en esta tierra, y no en el paraíso, el fin de la vida.

La ciencia y los instrumentos científicos


Los progresos científicos parecen depender, como el efecto de la causa, del desarrollo de los instrumentos científicos. Pero, la historia de la ciencia no puede reducirse a la historia de sus instrumentos.

El “instrumento técnico”


Croce agrega que en el Capital  y en otras partes se pone de relieve la importancia de los inventos técnicos y se invoca una historia de la técnica, pero no existe ningún escrito en el cual el "instrumento técnico" sea convertido en causa única y suprema del desarrollo económico. La concepción de instrumento técnico en el Ensayo es totalmente errónea. En el Ensayo no se comprende exactamente qué son la estructura, la superestructura, el instrumento técnico; todos los conceptos generales son nebulosos y vagos. El instrumento técnico es concebido de manera tan genérica, que significa cualquier arnés o utensilio, los instrumentos que usan los hombres de ciencia en sus experimentos y hasta los instrumentos musicales.

Concepto de ortodoxia


La ortodoxia debe ser buscada en el concepto fundamental de que la filosofía de la praxis se "basta a sí misma". Este concepto de "ortodoxia", así renovado, sirve para precisar mejor el atributo de "revolucionario" que se suele aplicar con tanta facilidad a diversas concepciones del mundo, teorías, filosofías. La filosofía de la praxis comienza a ejercer su propia hegemonía sobre la cultura tradicional.
La materia

Para la filosofía de la praxis la "materia" no debe ser entendida con el significado que resulta de las ciencias naturales, ni en los resultados que derivan de las diversas metafísicas materialistas. La materia no debe ser considerada en sí, sino como social e históricamente organizada por la producción, y la ciencia natural, por lo tanto, como siendo esencialmente una categoría histórica, una relación humana. La filosofía de la praxis no estudia una máquina para conocer y establecer la estructura atómica del material,  sino en cuanto es un momento de las fuerzas materiales de producción, en cuanto es objeto de determinadas fuerzas sociales, en cuanto expresa una relación social, y ésta corresponde a un determinado período histórico.

Cantidad y calidad


En el Ensayo popular se dice que cada sociedad es algo más que la mera suma de sus componentes individuales. La sociedad entera que está basada en la división del trabajo y de las funciones, y que por lo tanto vale más que la suma de sus componentes. En la filosofía de la praxis la cualidad está siempre unida a la cantidad, y quizás en tal conexión se halle su parte más original y fecunda.

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