Gramsci — Benedetto Croce y el materialismo histórico ‣ Resumen de Flor Maribel Mayén

Antonio Gramsci, El materialismo histórico y la filosofía de Benedetto Croce, Buenos Aires, Nueva Visión, 1971, «Benedetto Croce y el materialismo histórico», pp.211-270. Resumen y síntesis de Flor Maribel Mayén Muñoz


Síntesis


Croce afirma que la teoría del valor no es una teoría y que además está fundada en una comparación elíptica. Esta es una teoría fundada en las investigaciones de Ricardo quien no usa las comparaciones elípticas planteando un problema de nomenclatura en cuestión de neologismos. Para Croce las ideologías serán la verdadera filosofía, porque son las vulgarizaciones que llevan a las masas a la acción concreta, a la transformación de la realidad, por consiguiente serán el aspecto de masa de toda concepción del mundo, que en el filósofo adquiere carácter de universalidad abstracta. El historicismo de Croce plantea como único método de acción política aquel en el cual el progreso, el desarrollo histórico, resulta de la dialéctica de conservación e innovación: reformismo.
Las condiciones materiales son el pasado y la tradición comprobables por métodos de verificación “universalmente subjetivos”, esto es realmente “objetivos”. Dice que no se puede quitar la religión sin sustituirla con algo que satisfaga las exigencias  por las cuales ha nacido y existe la religión, evidenciando la impotencia de la filosofía idealista para convertirse en concepción integral del mundo. Croce establece que la filosofía de la praxis separa a la estructura de la superestructura, pero no es así, sino todo lo contrario.

Para Croce la superestructura son meras apariencias e ilusiones y las ideologías políticas son un instrumento de dirección política. Para la filosofía de la praxis las ideologías son hechos históricos reales que es preciso combatir y develar por razones de lucha política; y  las superestructuras son una realidad cuando no son lucubraciones individuales, donde los hombres toman conciencia de su posición social. La filosofía de la praxis es una superestructura.

Según Croce la política es la expresión de la pasión y el mito de Sorel es entendido como sustancia de la acción política. La actividad teórica de Croce se explica por la previsión de un resurgimiento en gran estilo de la filosofía de la praxis, con caracteres tendenciales hegemónicos, lo que puede reconciliar la cultura popular y la ciencia experimental con una concepción del mundo que no sea el positivismo, el alambicado actualismo ni el libresco neotomismo.


Benedetto Croce y el materialismo histórico


Las tesis de Croce


Croce tiene cuatro tesis: la primera  dice que el materialismo histórico debe valer siempre como canon de interpretación. La segunda: que la teoría de la plusvalía es el resultado de una comparación elíptica entre dos tipos de sociedad. La tercera critica la ley de la caída de la cuota de beneficio, por afirmar el fin del capitalismo. La cuarta dice que la economía filosófica es para filósofos.

En las conclusiones:
  • Justifica la economía crítica en cuanto a la sociología comparativa, que estudia las condiciones de trabajo.
  • Libera a la filosofía de la praxis de todo concepto apriorístico. Valorando a la doctrina como canon de interpretación histórica.
  • Es imposible deducir el campo de la ciencia realizando el juicio sobre los programas empíricos  y de persuasiones prácticas.


La negación de la amoralidad  y antieticidad de la filosofía de la praxis. Ricardo establece al Estado como agente económico que tutela el derecho de propiedad, es decir, el monopolio de los medios de producción; siendo así la expresión de la situación económica. No se trata de una comparación elíptica sino de una teoría resultante de la reducción de la sociedad económica a la pura economicidad, o sea, al máximo de determinación del libre comercio, por lo que no puede prescindir  de la fuerza determinada por una clase, que tenía en el parlamento tratados libras, mientras los asalariados no podían hacer una fuerza colectiva. Ricardo establece a la identificación del hecho y el concepto independientes de otras ciencias. El hecho de la economía moderna es la mercancía, su producción y distribución. En cambio, para Croce el amor es un hecho económico y toda la naturaleza como un concepto de economía.

Tendencia a la caída de la cuota del beneficio


En El Capital se encuentra demostrada una contradicción en el proceso de plusvalía, donde por una lado el proceso técnico permite una dilatación de esta, del otro, por su modificación al capital se determina la caída de la cuota de beneficio. Croce objeta descuidando las bases del libro I del Capital.

La caída de la cuota de beneficio es contradictoria con la ley de producción de plusvalía relativa, en donde prevalece la primera. Las fuerzas contraoperantes de la ley de tendencia resumidas en la producción de siempre plusvalía tienen límites como la extensión y resistencia de la materia, y la desocupación por una sociedad. La contradicción económica deviene contradicción política y se resuelve políticamente por la subversión de la praxis.

Croce se olvida del elemento fundamental en la formación del valor y el beneficio: el trabajo socialmente necesario. El progreso técnico da a cada empresa la oportunidad de aumentar la productividad por encima de la media social, pero apenas el progreso dado se socializa se pierde gradualmente y funciona la ley de la media social de trabajo, la cual rebaja la cuota de beneficio. Los empresarios tratan de prolongar la posibilidad inicial con patentes y otras técnicas pero limitado a algunos aspectos de progreso técnico. El medio más eficaz para esquivar la ley de caída es la introducción de modificaciones progresivas en todos los campos del trabajo, producción y sin descuidar los aportes del progreso.

Croce parte de que cada progreso técnico determina una caída de la cuota de beneficio, lo cual es erróneo puesto que El Capital afirma que el proceso técnico determina un proceso de desarrollo contradictorio, uno de cuyos aspectos es la tendencia a la caída. No contempla todos los argumentos del Capital. Sobre el concepto de “tendencia”, esta no puede referirse sólo a las fuerzas contraoperantes de la realidad siempre que se abstraen  elementos para construir una hipótesis. El significado que él da ha de ser de carácter histórico real y metodológico.

Para Croce las ideologías serán la verdadera filosofía, porque son las vulgarizaciones que llevan a las masas a la acción concreta, a la transformación de la realidad, por consiguiente serán el aspecto de masa de toda concepción del mundo, que en el filósofo adquiere carácter de universalidad abstracta, fuera del tiempo y espacio; postulando una unidad superficial entre lo real y lo ideal, entre teoría y práctica y creando una nueva forma de sociologismo: no es historia ni filosofía, es un sistema de esquemas verbales abstractos sostenidos por una fraseología tediosa y de repetición mecánica.

Croce es consciente de que todos los movimientos del pensamiento moderno conducen a una revaloración de la filosofía de la praxis, sacudiendo del modo tradicional a los problemas filosóficos y a  la disolución de la filosofía tradicional.

Orígenes nacionales


El historicismo de Croce plantea como único método de acción política aquel en el cual el progreso, el desarrollo histórico, resulta de la dialéctica de conservación e innovación: reformismo, no es teoría científica pues el verdadero historicismo refleja una tendencia práctico – política, una ideología en sentido peyorativo; ya que si es cierto que el progreso es dialéctica de conservación y renovación, y que la renovación conserva el pasado  superándolo, también el pasado es complejo, en el que la elección no puede ser hecha arbitrariamente a priori. De tal modo no se trata de un historicismo sino un acto de voluntad arbitrario que no fundamenta a una ciencia sino a una ideología.

Hay una relación del historicismo de Croce con el pensamiento de la Restauración convirtiendo la dialéctica hegeliana en una cuestión escolástica de palabras. Él inserta  la vital tradición cultural al libre Estado italiano y toma la cultura nacional en sus orígenes, garantizando a toda fuerza política la posibilidad de moverse y luchar libremente. El debate sobre la “ideología” se funda en el método y la forma de lucha que reduce a la dialéctica a un proceso de evolución reformista: revolución- restauración.

Religión, filosofía, política


Las condiciones materiales  son el pasado y  la tradición comprobables por métodos de verificación “universalmente subjetivos”, esto es realmente “objetivos”. Dado que la filosofía de la praxis vulgar puede ser traducida a términos teológicos  o trascendentales (a términos de filosofías prekantianas o precartesianas) adaptando el ambiente intelectual a la mentalidad de las masas.

Croce explica la resistencia de los ataques a la filosofía de la praxis. El análisis que Croce hace sobre la religión es una crítica a las ideologías pequeño-burguesas que explica las debilidades del organismo estatal y nacional por ausencia de una Reforma religiosa; mostrando el mecanicismo de las ideologías, como construcciones de literatos. La filosofía de la praxis representa un proceso histórico similar a la Reforma en contraste con el liberalismo que reproduce un Renacimiento restringido a pocos grupos intelectuales que en un momento se extiende como un catolicismo popular. Croce reprocha a la filosofía de la praxis su cientificismo y superstición materialista; es como una mezcla del renacimiento y la Reforma.

Croce dice que no se puede quitar la religión sin sustituirla con algo que satisfaga las exigencias por las cuales ha nacido y existe la religión, evidenciando la impotencia de la filosofía idealista para convertirse en concepción integral del mundo. Esta nueva concepción  asumirá formas supersticiosas y primitivas como las de la religión mitológica, vinculando al hombre con la naturaleza por medio de la técnica.

La filosofía de la praxis justifica con la historia concreta, la historicidad de las filosofías, la cual es dialéctica porque da lugar a luchas de modos de concepción de la realidad. El concepto de error de Croce es lo que para los filósofos de la praxis es ilusión, ambos significan una categoría histórica que afirma la historicidad de las filosofías y sus concepciones subjetivistas de la realidad.

Croce establece que la filosofía de la praxis separa a la estructura de la superestructura, pero no es así, sino todo lo contrario. La estructura  es concebida de manera ultrarrealista a tal punto que puede ser controlada con los métodos de las ciencias naturales y exactas, por ello la historia ha sido considerada científica.

La unión teoría-práctica se justifica con la transformación del mundo de la contemplación hallando contenido en la actividad el conocimiento real. La filosofía de la praxis es una concepción de la masa generalizada en la realidad social. Un filósofo actúa individualmente en función de lo social.

Doctrina de las ideologías políticas


Para Croce la superestructura son meras apariencias e ilusiones y las ideologías  políticas son un instrumento de dirección política. Para la filosofía de la praxis las ideologías son hechos históricos reales que es preciso combatir y develar por razones de lucha política; y  las superestructuras son una realidad cuando no son lucubraciones individuales, donde los hombres toman conciencia de su posición social. La filosofía de la praxis es una superestructura.

La diferencia entre la filosofía de la praxis y otras filosofías es que las otras están dirigidas a conciliar intereses opuestos y contradictorios, por ello de historicidad corta. La filosofía de la praxis expresa a las clases subalternas que desean educarse y evitar engaños, aborda al conjunto de superestructuras y afirman su caducidad pronta en cuanto esconden la realidad.

Un paso atrás con relación a Hegel


El arte, la moral, la filosofía, también son actividades políticas, es decir la pasión económico-política es destructiva cuando es exterior, impuesta por la fuerza, pero puede hallarse implícita cuando el proceso es normal, no violento; cuando hay homogeneidad entre estructura y superestructura y el Estado ha superado su fase económico- corporativa. Croce esboza una fase de violencia, miseria y otra de lucha encarnizada de la cual no se puede hacer historia político-ética; y otra de expansión cultural, que sería la verdadera historia.

En cuanto a la dialéctica de los distintos, es una exigencia distinguir los opuestos de los distintos porque solo hay dialéctica de los opuestos.  Entre Croce-Gentile y Hegel se ha formado  un eslabón de tradicion Vico-Spaventa y el autor de la lectura cuestiona si no hay un paso atrás con respecto a Hegel. Pues Napoleón y Hegel están acompañados de luchas, mientras que Vico-Spaventa donde se muestra el contraste entre teoría y práctica.

Política e ideologías políticas


Según Croce la política es la expresión de  la pasión. Hay una comparación del concepto de pasión de Croce y el de mito de Sorel. La pasión significa la categoría, el momento espiritual de la práctica, mientras que el mito es una determinada pasión que, como históricamente determinada, puede ser superada y disipada sin que por ello se aniquile la categoría que es un momento perenne del espíritu.

La teoría de los mitos para Sorel es el principio científico de la ciencia política: es la pasión de Croce estudiada de manera más correcta, lo que Croce llamaría religión (una concepción del mundo con una ética conforme a ella), una tentativa a reducir a lenguaje científico la concepción de la filosofía de la praxis vista desde la perspectiva de Croce.

El mito es entendido como sustancia de la acción política, Sorel también estudió el mito que se halla en la base de cierta realidad social y era un resorte del progreso. Su análisis tiene dos aspectos: uno puramente teórico, de ciencia política, y un aspecto político inmediato, éste se ha integrado y depurado de todos los elementos intelectualistas y literarios, aunque  Sorel trabajó en la realidad efectiva, y tal realidad no ha sido superada ni disipada.

Croce reduce el acto político a la actividad de los jefes de partido individualmente considerados, los cuales para satisfacer su pasión se construyen en los partidos los instrumentos del triunfo: siempre han existido partidos y una organización militar permanente, la cual educa para realizar con sangre fría, sin pasión, el acto práctico más externo; el ejército es el actor político por excelencia. La diplomacia es una forma de lucha internacional para obtener victorias sin guerra. La comparación de fuerzas políticas y militares entre dos estados rivales convence al débil  que debe hacer concesiones: pasión amaestrada y razonable. En el caso de jefes y militares de filas, los jefes suscitan las pasiones de las muchedumbres y las conducen artificialmente a la lucha, pero en este caso no es la pasión la causa, sino la conducta razonadora de los jefes.

Pasión y política


Según Croce, la ciencia política debe explicar la acción de ambos grupos y su polarización: explicar la iniciativa política ya sea defensiva y un tanto apasionada, u ofensiva, es decir no dirigida a evitar un mal presente, porque el mal  presunto hace sufrir. Pasión puede ser sinónimo de economía, no en el sentido de producción económica, sino desfavorablemente, aun si el favor es de utilidad general, “libertad general“. Pero en este caso “pasión” significa personalidad humana. El punto de honor en la delincuencia tiene que ver con un pacto económico.

Pasión se concibe para justificar teóricamente la política.  Se nota que el mundo no puede ser justificado sino por el concepto de lucha permanente, por el cual la lucha es incierta y se ataca siempre para evitar la derrota y tener sujeto al adversario que podría vencer si no estuviera constantemente persuadido de que es el más débil, es decir si no estuviera continuamente derrotado. Pasión es un antagonismo entre hombres, porque si se trata de  un antagonismo entre hombre y naturaleza se llama ciencia y no política.

Croce, hombre del Renacimiento


Algunos aspectos de la actividad de Croce:
  1. Teórico de la estética y de la crítica literaria  y artística.
  2. Crítico de la filosofía de la praxis y teórico de la historiografía.
  3. Moralista y maestro de la vida, muestra que se puede vivir sin religión ni confesión religiosa.
  4. Ateísmo y anticlericalismo.

Fue un aliado de los jesuitas contra el modernismo: entre religión trascendental y filosofía inmanentista no puede existir un tertium quid incierto y equívoco.

Los modernistas, dado su carácter de masa determinado por el nacimiento  contemporáneo de una democracia rural católica (ligada a la revolución técnica producida en el valle de Padua, con la desaparición de la semiservidumbre en el campo italiano y la expansión del bracero y de formas menos seniles de aparcería) eran reformadores religiosos, aparecidos no según esquemas intelectuales prestablecidos, caros al hegelianismo, sino según las condiciones reales de Italia. Era una segunda oleada del catolicismo liberal más extenso que el del neogüelfismo en 1848 y el más franco liberalismo católico posterior a 1848.

Croce aisló a los modernistas  facilitando su derrota a los jesuitas. No se sabe cual de los tres poderes tiene mayor dominio a nivel interno o extranjero: el papa, Croce o Gentile. El papa, jefe y guía de la mayoría de los campesinos italianos, y de las mujeres. La  filosofía de Gentile, el actualismo, es más nacional en el sentido de que está más ligado a la fase primitiva del Estado, el estado económico-corporativo. La influencia de Croce es menos numerosa, pero más profunda y arraigada; es como un papa laico pero su moral es de intelectuales del tipo del Renacimiento y no puede llegar a ser popular en tanto que el papa influye sobre las masas.

En la educación de la clase dirigente, la entrada en masa de los católicos en la vida estatal, después del Concordato ha hecho muy difícil la obra del transformismo de las nuevas fuerzas de origen democrático. No hay una educación analítica sino de una educación sintética, de la difusión de una concepción del mundo convertida en una norma de vida, de un religión (en sentido croceano).

La importancia cultural de Croce


Croce dice: en la parte reconstructiva, que piensen los prácticos, los políticos; y en un sistema de distinciones teóricas la respuesta es formalmente congruente, pero sólo formalmente. El está de acuerdo con la educación de los que dirigen a las masas.

El conocimiento filosófico como acto práctico de voluntad en Croce y en la mayoría de los filósofos idealistas se puede estudiar porque insisten en la vida íntima del individuo respecto de la vida espiritual; además, en Croce, por la importancia del sistema que tiene la teoría del arte, la estética.

La actividad teórica más reciente de Croce se explica por la previsión de un resurgimiento en gran estilo de la filosofía de la praxis, con caracteres  tendenciales hegemónicos, lo que puede reconciliar la cultura popular y la ciencia experimental con una concepción del mundo que no sea el positivismo, el alambicado actualismo ni el libresco neotomismo.

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