Hegemonía, cultura y medios de comunicación en México ‣ Bitácora de Aldo González

Bitácora de la clase del 17 de mayo del 2013. Versión de Aldo Uriel González Garrido.


Se comenzó la clase con una breve intervención del maestro Villegas para hablar de la vida y obra de nuestro periodista invitado, Víctor Roura, el cual ha sido el editor de la sección cultural de El financiero por más de dos décadas y fue fundador de La Jornada. También abordó la manera en la que hemos desarrollado el curso y nuestro concepto clave, el de “hegemonía” para tratar de relacionarlo con la cuestión de los medios informativos. Se trató de comenzar la clase de la misma manera como se ha venido haciendo, con una ronda de preguntas concernientes a la lectura El apogeo de la mezquindad. Vivencias y decires en el periodismo (México, Lectorum, 2012, pp.271-287 y 329-375). Sin embargo, Roura comenzó a hablar antes de las preguntas.

Obviamente comenzó a hablar en relación al libro al tema por el cual nos reunimos. Para esto mencionó el caso del escritor José Donoso, quien se atrevió a cuestionar las mafias literarias en la revista de Fernando Benítez, “padre” de los suplementos (culturales) en el México moderno, posrrevolucionario. Señala Roura que es ahí donde se forma este grupo de cultura (cúpula cultural) y a la que no se podía confrontar sin verse inmerso en una serie de adversidades y en una situación de total contracorriente, además de ser objeto de ataque por parte de los medios de comunicación.

Ahora se propone desmitificar ciertas nociones sobre las personalidades de estos grupos de cultura. Comienza por Carlos Fuentes a quien retoma en el momento de su muerte, relacionándolo con el movimiento 132 y el hecho de que este haya creído y hayan reivindicado la mentira de Fuentes como hombre democrático propagada por los medios. Cuando fue Fuentes el que dio el discurso para presentar el programa cultural del PAN, siendo él priísta.

Ahora toma la de Octavio Paz, quien renunció a la embajaduría de la India por la matanza del 68 en un acto aparentemente digno, pero nunca se dio de baja de la SRE y siguió cobrando como embajador ¿es esto digno? “Esto se sabe y nadie dice nada, se deja que continúe, en complicidad por parte de la ciudadanía.“

Se abre la participación de Jeannine Olivares quien señala la conformación del poder como consecuencia del no criticar, del dejar pasar por miedo a la agresión y ante la dificultad  de romper el esquema mental del otro, o sea ¿cómo le haces ver tu punto de vista?

Ante esto Roura señala la formación de “fronteras” ya que las publicaciones periodísticas se sectarizan cerrándose a su mismo grupo. Para esto ejemplifica la formación de uno de estos grupos, el del periódico La Jornada, del cual formó parte y ayudó a fundar con sus compañeros de Unomásuno. En una asamblea de aquel periódico, el director Carlos Payán se vio en la libertad para reformar los estatutos para poderse reelegir, ante lo cual solo un pequeño grupo, del que Roura y Miguel Ángel Granados Chapa formaban parte, se mostró inconforme y abandonó el periódico, mientras que la mayoría (con Monsiváis, Poniatowska, González Casanova y otros) legitimó el principio de esa estructura de poder que se conformaría con el tiempo. Y es esta estructura la que ve las publicaciones culturales como una relación entre “amigos”, algo así como un compadrazgo.

Ante esto, Roura se cuestiona a sí mismo ¿por qué es tan difícil desestructurar el poder si las estructuras son visibles? Mi compañera Vanessa García preguntó: entonces ¿para ti romper con las estructuras del poder es por medio de la crítica? Roura responde: No tengo esa intención, sino de decir lo que sucede, solventar lo que está a la vista de todos pero nadie se atreve a decir, a señalarlo. Esas estructuras de poder son dañinas para la sociedad.

Pasa Manuel Durán a poner un ejemplo en La Feria del Libro. Está Dussel comiendo con Taibo II y este le propone llevar la feria del libro a la UACM, cosa que después confirma públicamente, sin que el mismo Dussel estuviera totalmente de acuerdo, aunque termina accediendo. Mi compañero ve como una “peculiaridad” de Taibo II su capacidad de amarrar a la gente, ante lo que Roura afirma que no es una peculiaridad de Taibo II, sino de los propios intelectuales que buscan ampliar sus poderes, hablando con los que tienen los poderes, y ejemplifica con Poniatowska, Monsiváis y Carlos Fuentes.

Ahora es el maestro Villegas quien pregunta a Roura ¿no los nuevos medios electrónicos son una alternativa para ponerle unos martillazos a la columna del poder (según una metáfora del propio Roura)?

Roura dice que él tiene sus reservas acerca de estos medios electrónicos, ya que si bien ajustándolos y perfeccionándolos en un futuro podrían ser verdaderamente útiles para la sociedad, actualmente se ve mucho morbo, violencia verbal sin llegar a algún contexto.

Eduardo Eguiarte menciona que durante la discusión de la película Buenas noches y buena suerte una clase anterior, se comentaba la manera en la que los medios van construyendo una opinión, el gusto musical o ciertas opiniones políticas, o sea el cómo uno estructura su opinión a partir de las opiniones de los intelectuales oficiales. Conforme a esto pasa a exponer el término “dictadura de los medios” y le pregunta a Roura: ¿tú crees que podemos hablar de una dictadura de los medios?

El termino dictadura se utiliza para la política, subraya Roura, pero si lo trasladamos eso es lo que sucede, como con La Jornada, ya que siempre buscan imponer a los literatos que son sus amigos, siempre. Son los medios los que lanzan a los “artistas”. Ellos los imponen.

Luego surge una inquietud de Flor Maribel Mayén, quien lo plantea así: si por un lado hay una esfera oficial y por el otro lado está la generalidad de la población, ¿qué alternativa hay para la población actualmente desarticulada en el combate a esa otra esfera?

Roura contesta que lo que ella plantea es muy complejo, dado el contorno de la sociedad en que vivimos. El país cada vez se va desilustrando más, y con personas desilustradas es inútil cualquier cosa. Ante esta situación el planteamiento es muy complejo, ya que realmente no hay una cuestión donde se puede dar el nacimiento de algo diferente, porque ya todo está estructurado.  Para esto habría que volver a ilustrar a la población, dice Roura, pero ahora surge el problema de que, si la ilustración comienza en los planteles académicos, ¿qué ilustración se puede esperar de una educación pública como la que actualmente tiene el país?

La siguiente pregunta es de Ana Karen León, acerca del texto Apogeo de la mezquindad. ¿A qué público va dirigido este libro? Puesto que tu intención es evidenciar lo invisible en las cúpulas culturales,  yo me cuestiono si esta hecho de evidenciar trasciende a la mayoría de la población o si solo queda entre las mismas cúpulas culturales. Y en este sentido surge otra cuestión ¿a qué nos conduce saber las cosas? Y sí es importante saber, porque si bien son los medios los que se imponen, es la población la que legitima esa imposición.

Roura responde que el fin de esta vida es venir a conocer cosas y que el saber nos permite diferenciarnos de los demás, de aquellas personas que son todas iguales. Pero si de un grupo de 50 uno     quiere aprender, las cosas nunca van a cambiar. Los saberes se van poniendo en práctica sobre el camino.

Gabriel López expone su punto de vista: hay quien se identifica con una minoría que viene siendo la crítica al sistema,  que busca nuevas alternativas. Condecorándonos a nosotros mismos como críticos del sistema tenemos ciertas fuentes para estructurar la información y que se reproducen. Yo hago la crítica de que estas minorías que van a distintas alternativas se van a estancar debido a la reproducción de cierta información y se van a volver pasivos, cosa que no puede pasar porque conduce a una propia cerrazón hacia nuevas alternativas.

Cuando se tienen los conocimientos hay que buscarlos ampliar, dice Roura, y es aquí donde está la cuestión de la hegemonía, ya que son estructuras de poder bien cimentadas que no son fáciles de romper cuando en efecto ya son hegemónicas. Pero los conocimientos pueden destruir la epidermis malsana de la sociedad para empezar a construir otra capa. La cosa aquí no es decir que no se puede hacer nada, sino que incluso el decir algo y que le afecte a dos personas ya es muy bueno, porque puede conducir a otras cosas. El problema es que la gente ha dejado de ver su entorno social, y ahora vive la vida como venga.

¿Qué tanta importancia tienen los medios en la desilustracion? Pregunta Julio César Mondragón. Roura ve el problema en la creación de necesidades por parte de los medios, como el ver la tele. Aquí es donde se puede hablar de la dictadura de los medios.

Jorge Luis Chávez señala que en la historia no hay movimientos ilustrados de masas, sino que siempre surge como una cúpula que es diferente a los demás, por lo que hablar de un movimiento ilustrado de masas es una contradicción teórica como práctica. El problema aquí para Roura es que un movimiento vanguardista, cuando llega a las masas se institucionaliza, perdiendo las raíces. Pero pone como ejemplo contrario al presidente de República  Checa Václav Havel.

Ahora participa de nuevo Manuel Durán, quien se refiere al texto estudiado donde Roura señala que esta cúpula cultural no merece todo el tributo que se le rinde. Entonces, él cuestiona ¿te podrías considerar como un dictador anticúpula? Marcando la pauta de lo que no se debe leer así como de la cúpula marca lo que se debe leer. Roura señala que los dictadores imponen, las cúpulas imponen, pero que él no tiene el poder para imponer. Él solo tiene las ganas de compartir lo que no es visible. Son circunstancias diferentes. Una cosa son las proposiciones y otra las imposiciones.

Y que de hecho ha generado muchos problemas en la labor editorial, advierte Villegas, de tal manera que se viera que la perspectiva democrática o de espíritu de inclusión se viera como un arma utilizada contra sí misma.

A punto de concluir, hago yo una intervención: Vemos que hay una cúpula intelectual respondiendo a grupos de poder y que hay una verticalidad en la cultura, la cual está institucionalizada. También hablamos de minorías buscando alternativas. Pero creo yo desde el momento en que son minorías están destinadas al fracaso en su intento por romper la desilustracion, porque dejan de lado a la gente común. Y eso no rompe la indiferencia que hay en el entorno. Señalo que no se puede subestimar a las demás personas porque ahí es donde radica el verdadero poder en la medida en que ellas mismas son las que legitiman las estructuras de poder. Ante esta situación argumento que las relaciones tienen que ser más horizontales y subrayo que la vida política y la cultura están en el cotidiano.

A lo que Roura responde que no se trata de subestimar a nadie, que hay gente que realmente no sabe lo que sucede en esta vida. Pero esto no significa, subraya Roura, que uno no les haga caso, que uno los subestime; al contrario ellos mismos muchas veces subestiman con su propia desilustracion. Y tenemos que aclarar estas cosas, porque parece un estado de imposición elitista cuando no es así.

A los fans de Lady gaga, a lo mejor tú les das importancia (o sea yo, Aldo González) pero yo no, dice Roura. Y no es de que los desprecie, porque son personas, sino que asumo que no son de importancia porque no están influyendo en la cultura, al contrario están ayudando a la millonada y ellos no se dan cuenta. Esta gente no va a conformar una sociedad mejor, aunque quieras creer que sí. Mientras que otros, aun siendo una minoría, tal vez lo puedan lograr. Y no es que subestime al pueblo, sino que este hace caso a lo que hace la dictadura de los medios. Como cuando la gente vio en la televisión a Peña Nieto, por eso votó por él. Lo importante es tratar de entender lo que piensan estos núcleos, esa es la labor del periodismo. Pero tampoco se puede decir que toda la gente vale la pena.

Ante lo que yo respondo que esta gente en realidad es poderosa porque es ella la que legitima la estructura de poder. Ante lo cual, el maestro Villegas agrega que lo que hay que cambiar es la desilustración de la gente, según la obra de Roura. A lo que este asiente, diciendo que si no cambiamos esto, las estructuras del poder van a permanecer intactas contra la propia población y sin que la misma población lo sepa. Porque el desilustrado no tiene las herramientas para explicarse lo que está sucediendo, y ese es el problema. Con esto concluye la sesión, no sin antes agradecer y aplaudir la participación de Víctor Roura en nuestro curso.

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