Cuestiones de estructura y superestructura ‣ Bitácora de Flor Maribel Mayén

Bitácora del primero de marzo de 2013 sobre la lectura de Antonio Gramsci, El materialismo histórico y la filosofía de Benedetto Croce, Buenos Aires, Nueva Visión, 1971, «Benedetto Croce y el materialismo histórico», pp.211-270 y unos puntos de la clase anterior.
Versión de Flor Maribel Mayén Muñoz

En la sesión de preguntas y respuestas:

Un estudiante preguntó a qué se refería la palabra sofisma que se aplicaba a la lectura. E. Villegas contestó que a pesar del anticlericalismo de Croce, al ser la iglesia la fe de la humanidad, éste plantea que es necesario sustituir esa fe por otra fe, manteniendo a otra religión. No califica a la existencia de la religión, sino al razonamiento que acredita a la religión. La palabra sofisma viene del griego: «sofistés» significa sabio. Los sofistas defienden cualquier causa, hacen de un argumento débil un argumento fuerte y viceversa. El sofisma es un razonamiento erróneo, equivalente a una falacia. Es un argumento falso porque puede tener premisas verdaderas, pero su conclusión es falsa, pues no sigue las leyes de la lógica.

La diferencia entre una premisa verdadera y un argumento válido consiste en que la verdad es la adecuación del intelecto con la cosa. Una premisa es verdadera cuando hay un juicio de valor y se define si es verdadera o falsa, pero un argumento es válido si el argumento sigue las leyes de la lógica. Ejemplo:
  • Todos los hombres son inmortales
  • Sócrates es hombre
  • Por lo tanto Sócrates es inmortal

Este argumento sigue las leyes de inferencia, lo cual lo hace válido (aun cuando la primera premisa sea falsa).El siguiente argumento no sigue las leyes de inferencia:
  • Todos los perros son animales
  • Todos los gatos son animales
  • Entonces todos los perros son gatos

En la frase “Los filósofos sólo han interpretado al mundo, ahora hay que transformarlo”, puede interpretarse como el repudio a cualquier forma de intelectualismo. Una invitación a la praxis, según Croce. Gramsci, niega que Marx se cierre a la validez de la filosofía anterior a él, más bien propone poner en cuestión a la vertiente que tiende a separar a la Filosofía de la praxis, y la unidad entre estas.

Gramsci ofrece una articulación respecto de la sociedad y la filosofía de la praxis; además de cómo se coordina la superestructura respecto de la estructura, y pensar si Marx lo contempló como un problema.

Como continuación de la clase anterior, E. Villegas retomó los siguientes puntos:
  1. La realidad del mundo externo
  2. Notas de la filosofía de la praxis

Y los objetivos a desarrollar de la lectura de hoy fueron estos:
  1. El sentido de la Superestructura no es una apariencia
  2. Estructura según Gramsci
  3. Planteamiento de la superestructura y su relación con la estructura

La realidad del mundo externo


¿Existe algo porque alguien lo nombra? Al plantear algo idealista, el «sentido común» indica que algo está mal en respuesta a la manera de ver al mundo. En respuesta a este rechazo el idealista puede inferir un nivel de ignorancia por parte de quien tiene el sentido común o cuestionarse ¿por qué esta persona tiene esta idea?

Gramsci plantea no criticar inmediatamente las ideas de la masa sino cuestionar la causa de esas ideas y prestar atención en lo que dice la gente. Planteamiento importante de donde Gramsci postula que la llamada «objetividad» será una «universalidad subjetiva». Ejemplo: si muchos están de acuerdo con una creencia, diremos que es universalmente subjetiva, lo que significa que aquello que captamos como objetividad ha sido consecuencia de una lucha por establecer esa objetividad, porque no existe la objetividad independientemente de tal lucha.
  • «Objetividad» refiere a la afirmación de un hecho que existe independientemente de que lo aceptemos o no, lo conozcamos o no.
  • «Subjetividad» significa que solo existe porque tú lo postulas.


El giro que da Gramsci es postular que todos vemos la mismas cosas y que creemos que es independiente de que tengamos un condicionamiento socio-histórico, pero que no es así.

Gramsci se pregunta ¿Cómo mezclar el idealismo con las creencias de las masas? Conocer la realidad en función del hombre, es un pequeño paso que conocemos a partir del idealismo pero hacia fuera del sentido común.

Gramsci emplea la afirmación hegeliana de que “Todo lo real es racional y todo lo racional es real”. Supone así que el modo de actuar de la gente no está separado de la teoría porque se actúa en función de su concepción del mundo. De lo cual deduce Gramsci que las sociedades actúan por alguna razón.

Notas de la filosofía de la praxis


El punto crucial de todos los problemas que se plantea la Filosofía de praxis será la pregunta: ¿cómo nace el movimiento histórico sobre la base de la estructura? Hay entonces que analizar cómo es que la base, (estructura, condiciones materiales, economía) determina en última instancia o no al movimiento político, las estructuras ideológicas, legales… incluso la historia parece ser superestructura. Gramsci dice que implica un cambio de los intelectuales, quienes se encargan de promover las ideas, generando creencias que sean formalmente dogmáticas: Estas ideas dogmáticas deben mostrarse como si fueran un cuerpo de conocimientos perfectamente establecido para incidir sobre las masas.

Ser historicista significa que no se plantea una verdad absoluta, de una vez y para siempre, sino que todas las concepciones del mundo ofrecen algo de verdad. Gramsci era historicista y dice que no se pueden hacer juicios anacrónicos, sino preguntarse por qué los filósofos de determinado tiempo pensaban de cierta manera, aplicando la perspectiva historicista al propio historicismo, es decir, que el historicista debe estar consciente de su contexto al aplicar su análisis, sabiendo que su conocimiento es caduco.

Los instrumentos técnicos no generan a la ciencia, aunque son un apoyo de ésta. Pero hay que reflexionar cómo inciden en el desarrollo científico, y cómo influyen y estructuran nuestro pensamiento. Gramsci, a pesar de su materialismo, establece que no hay una relación inmediata o directa. Los instrumentos tecnológicos pueden condicionar a la ciencia y por ende al pensamiento, pero no los determinan radical y absolutamente; sería un retroceso al marxismo ortodoxo creer lo contrario.

Gramsci advierte la introducción indiscriminada de nuevos conceptos como un problema, a causa de la mezcla de distintos significados en diferentes tiempos. Al usar viejos términos resignificados en función de una experiencia que se ha transformado, donde se desplaza el significado gradualmente, existe la ventaja de ser utilizados por las masas con mayor facilidad. Entonces, en ocasiones es favorable la introducción de neologismos, y en otras no.

El sentido de la Superestructura no es una mera apariencia


La Superestructura (ideología, instituciones jurídica, escuelas…) es una mera apariencia o ilusión, porque responde a intereses de clase o relaciones de producción; por ejemplo, la ideología burguesa como manifestación de las relaciones de producción del capitalismo, donde hay posiciones sociales que corresponden a sus respectivas ideologías. Bajo esta perspectiva, lo que habría que analizar para entender a una sociedad no es el carácter ilusorio sino «lo real», que serían las condiciones materiales, puesto que la ideología sería una «falsa conciencia».

Gramsci plantea que la superestructura es una realidad. Si la superestructura fuera una ilusión, un mero espejismo, habría que explicar de cualquier manera qué es lo que permite a la ilusión funcionar para que una sociedad continúe. Por ello la lucha política no solo consiste en cambiar las condiciones económicas, sino en cambiar las ilusiones además. Saber si la superestructura es una ilusión nos permitirá comprender a la sociedad y cómo transformarla.

Según Croce el concepto de Libertad, en el XIX permitió estructurar a la sociedad con una nueva hegemonía, donde todo respondería a una condición económica (la introducción de los mercados de bolsa, los tratados de libre comercio, la burguesía insistente en la libertad de vender mercancías y contratar nuevos trabajadores). Gramsci cuestiona a Croce: ¿por qué ganan ciertas concepciones del mundo y no otras? Plantea así que las ilusiones no son solo ilusiones, sino una forma en cómo los conflictos sociales se estructuran.

La estructura se fundamenta en la teoría del valor, donde las mercancías tienen un valor en función de la cantidad de trabajo acumulado. Marx descubre que el capitalismo se organiza en torno al plusvalor, es decir, el valor adicional que adquieren las mercancías. Lo que hace que una mercancía tenga un mayor valor es el trabajo que alguien imprimió sobre el objeto.

El secreto del capital radica en adquirir una mercancía que sea generadora de valor, y la única mercancía que puede hacerlo, porque los objetos no valen por sí mismos, es la fuerza de trabajo. Pero el humano es el único ente que trabaja, por lo cual, se le adquiere a un precio menor al del valor que produce. A este ejercicio se le llama trabajo asalariado, el cual se caracteriza por pagar por la creación de valor una cantidad menor a lo que le corresponde al trabajador: Explotación.

En la teoría del valor, el dueño del capital quiere conseguir con dinero más dinero. Busca por ello aumentar la tasa de explotación, esto es, exigiendo más horas de trabajo con el mismo salario. El proletariado, en cambio, intentará disminuir esa tasa de explotación y, por ende, cobrar el mismo salario por trabajar menos horas. Este conflicto entre dueños de los medios de producción y trabajadores se conoce como lucha de clases.

Una ley contradictoria con la tendencia a la creación del valor es la ley de la caída de la cuota de beneficio: Si se consigue mayor plusvalor cuando incrementó la tasa de explotación y todos los capitalistas tienen ese beneficio, entonces el plusvalor será menor, porque con la competencia disminuye la cuota de beneficio. Para recuperar la cuota de beneficio se promueve una renovación constante de las mercancías y servicios. Esta cuota de beneficio entra en contradicción (dentro del capitalismo) con la tasa de plusvalor, porque la cuota de beneficio tiene una tendencia a disminuir porque ya que se crean nuevas formas de obtener ganancias, al ser ejecutadas por la competencia, vuelve a menguar la ganancia, y hay que renovar esas formas de ganancia. Aunque hay, por supuesto, estrategias para mantener la cuota de beneficio alta, como patentar las maquinarias o los procesos, en el largo plazo las propias dinámicas capitalistas serán fuente de su socavamiento.

Pero hay límites en la renovación de la cuota de beneficio:
  • La resistencia de los materiales tiene un límite. Aunque Gramsci no contaba con que el diseño industrial ya contempla tiempos de caducidad, obsolescencia programada, donde los productos tienen un tiempo de vida programado.
  • Automatización, porque habrá un momento en que los hombres ya no tengan relación con las máquinas.
  • Saturación industrial mundial. En donde el mercado estaría lleno de productos que ya no se podrían vender, pero Gramsci no contaba con la obsolescencia programada y la renovación de los productos por el avance de la ciencia.

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